Ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo de los 20 se reunieron hace unas semanas, previo a la cumbre anual del G20 que se llevará a cabo los días 7 y 8 de julio en Hamburgo, Alemania. ¿Cuáles son las previsiones para el comercio exterior y la economía mundial?
Primero, necesitamos poner en contexto la situación actual del comercio exterior. De acuerdo con datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el comercio de los países del G20 creció entre octubre y diciembre de 2016, por tercer trimestre consecutivo.
Globalmente, las exportaciones crecieron 1.5% en el cuarto trimestre de 2016 y las importaciones subieron 0.8% entre julio y septiembre del mismo periodo. Esto se debió, principalmente, al precio de las materias primas y la recuperación de las exportaciones chinas. China se mantuvo a la cabeza como el primer país exportador a nivel mundial.
Por su parte, México, Brasil y Argentina (el bloque latinoamericano) tienen ante sí una serie de retos que necesitan superar para lograr un verdadero comercio justo y competitivo.
Actualmente, el Grupo de los 20 representa 80% del comercio global y 85% del producto bruto mundial. En julio de 2017 esperan encontrar soluciones a la situación actual de la economía y enfrentar la amenaza de la política proteccionista de Donald Trump. Diversos medios de comunicación destacaron que la reunión del G20 tocó un tema muy importante: impulsar la cooperación para fomentar el libre comercio y tomar acciones contra el proteccionismo.
Además, abordaron temas como la prevención de crisis en el sector financiero, los desafíos de la digitalización y la política fiscal internacional. Wolfgang Schäuble, ministro general de Finanzas de Alemania, expresó: "estamos convencidos de que el comercio internacional ayuda a fomentar el crecimiento de la economía mundial y de las economías nacionales individuales".
En comunicado de prensa, el G20 manifestó que la economía está cada vez más interconectada debido a la globalización y la digitalización. Por ello, debe fortalecerse para resistir las crisis financieras y económicas como las ocurridas en 2008 y 2009.
Para lograrlo, los principales países industrializados y emergentes quieren establecer una arquitectura financiera estable, así como reducir sus deudas y avanzar en las reformas estructurales.
En su comunicado, destacaron que la recuperación global está progresando, pero admiten que "el ritmo de crecimiento es más débil de lo esperado y siguen existiendo riesgos para la economía mundial", comentó Schäuble.
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