Es probable que confíes en tu agente aduanal para clasificar las mercancías que importas; sin embargo, los errores o impericias pueden poner en riesgo a tu empresa y causarte multas. ¿Qué puedes hacer al respecto?
Primero, empecemos por definir ¿qué es la clasificación arancelaria?
La clasificación arancelaria es el primer paso para lograr una operación de comercio exterior exitosa, pues de ésta dependen los permisos que debes tramitar, así como el monto de impuestos que debes pagar por introducir un producto a territorio nacional.
A nivel internacional, el Sistema Armonizado de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) sirve para asignar un código numérico a cada mercancía u objeto. Este código se llama fracción arancelaria y su objetivo es ayudar a determinar las regulaciones arancelarias, así como las regulaciones no arancelarias que le corresponden a una mercancía.
La acción de asignar ese código numérico (fracción arancelaria) a cada mercancía se le llama clasificación arancelaria. Dependiendo de la clasificación que reciban tus mercancías, debes declarar y pagar ciertos impuestos entre los que se encuentran:
- Impuesto General de Importación
- Impuesto al Valor Agregado
- Derecho de Trámite Aduanero
- Cuotas Compensatorias.
En México, la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación incluye a la clasificación arancelaria en dos artículos:
- Tarifa de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación (TIGIE). La cual abarca cientos de fracciones, desde animales vivos hasta antigüedades de más de cien años.
- Reglas generales y complementarias para aplicar la TIGIE.
Según las autoridades, la clasificación arancelaria sirve para ubicar y designar el código de la mercancía a negociar –evitando errores–, registrar el ingreso y salida de mercancías para manejar estadísticas confiables de comercio exterior, pagar correctamente los impuestos de importación y evitar sanciones.
¿Qué ocurre en la aduana que pueda tener repercusiones a futuro para tu empresa?
- Actualmente, el importador recibe escritos de hechos y omisiones por parte de la aduana por la cual se realizó una importación de un producto o mercancía hace dos o tres años. En este oficio, girado por el administrador de tal aduana, se indica que existe una probable omisión de impuestos al comercio exterior y que, conforme a la legislación aduanera, tiene un plazo de 10 días para contestar lo que a su derecho convenga.
- El importador llama a su agente aduanal para notificarle acerca del documento que recibió, con la intención de que el propio agente aduanal que realizó esa importación se haga cargo del asunto. Entonces, el agente aduanal se da a la tarea de preparar un escrito por el cual presenta pruebas y alegatos dentro de los 10 días concedidos por la administración de la aduana de que se trate.
- Transcurrido un tiempo, el importador recibe –a través de la Administración Local de Recaudación que le corresponde por su domicilio fiscal– la determinación de un crédito fiscal. Pero, ¿qué acaso el agente aduanal no había ya dado respuesta a la administración de la aduana?
- En algunos casos, el importador opta por pagar el crédito fiscal ya que, por el monto y en relación a su capacidad financiera, no resulta muy gravoso, considerando que es mejor pagarlo y evitar mayores problemas.
Sin embargo, una incorrecta clasificación arancelaria puede tener consecuencias graves, como el pago de impuestos omitidos y multas, así como el embargo parcial o total de un embarque incorrectamente clasificado.
En otros casos, el monto resulta muy elevado y causa conmoción en la empresa, pues debe pagar un crédito tan oneroso que le ocasionará problemas financieros. Esto podría ahorrarse optimizando procesos y teniendo un histórico de sus contribuciones guardado en un sistema integral de comercio exterior.
¿Cómo puede ayudarte un sistema integral de comercio exterior?
Un sistema integral de comercio exterior (software) ayuda a cumplir con todos los requisitos –formales y de fondo– de las autoridades y evitar riesgos innecesarios en tus operaciones. Éste revisa y audita los pedimentos de todas tus aduanas y patentes en cuestión de segundos.
Por otra parte, evita que realices rectificaciones innecesarias de tus pedimentos o que te expongas a multas y sanciones. El software requiere un mínimo esfuerzo, es seguro, ágil y te ayuda a pagar tus pedimentos libres de errores.
Ahora ya lo sabes, si deseas evitar cualquier tipo de sanción o multa, te invitamos a conocer OneCore, un sistema integral de comercio exterior creado para blindar tus operaciones aduanales.