La relación comercial que tienen México y Estados Unidos dio un giro drástico en las últimas semanas, principalmente por las decisiones que ha tomado el presidente estadounidense Donald Trump desde que inició su gobierno.
La semana pasada, platicamos sobre las previsiones del plan de Trump para renegociar el NAFTA. Hoy, ahondaremos en las cifras del comercio entre ambos países y los objetivos del gobierno mexicano para redefinir nuestra relación con el país vecino.
Lazos económicos y comerciales entre México y Estados Unidos
De acuerdo con la Cámara de Comercio de Estados Unidos (USCC por sus siglas en inglés), el intercambio diario de bienes entre ambos países es de 1,500 millones de dólares.
Entre las cifras más destacadas de la USCC también se encuentran:
- 6 millones de empleos en EU dependen del comercio con México.
- 40% de los componentes de los productos mexicanos se fabrican en EU.
- Aproximadamente 80% de las exportaciones mexicanas van a EU y dependen del NAFTA.
En los últimos días, la Secretaría de Economía y el Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales –encabezado por el Consejo Coordinador Empresarial– empezaron formalmente las consultas para la negociación del Tratado de Libre Comercio.
¿Qué significa la negociación del NAFTA para México?
El tema es un foco rojo para los consumidores mexicanos, ya que dependemos de la importación en sectores importantes como el químico, petrolero, manufacturero y de alimentos. Esto significa que podrían escasear productos de la canasta básica.
Por otro lado, afectaría a las exportaciones mexicanas elevando el costo de las mercancías y el costo de producción en nuestro país. Por esta razón, el gobierno de la República Mexicana emitió los 10 objetivos de la negociación con Estados Unidos.
Para el comercio, existen cinco objetivos importantes:
Preservar el libre comercio entre Canadá, Estado Unidos y México. Los intercambios comerciales entre los tres países deben estar exentos de cualquier arancel o cuota, como ha ocurrido desde 2008.
Se buscará fortalecer la competitividad de Norteamérica y sus cadenas regionales de suministro, incrementando las exportaciones mexicanas a Estados Unidos y Canadá, sobre una base de sana competencia y el desarrollo de sectores de mayor valor agregado.
Al modernizar el marco comercial de América del Norte, los gobiernos deben incluir nuevos sectores, como las telecomunicaciones, la energía y el comercio electrónico.
Cualquier nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos debe también traducirse en mejores salarios para los trabajadores en México. México no compite en el mundo con empleos de baja calidad, ni con mano de obra barata.
México debe participar en el comercio internacional sobre una base de mayor productividad y complementariedad, haciendo del comercio un instrumento poderoso para proteger los empleos actuales, crear nuevos empleos y mejorar los salarios en México.
Proteger el flujo de inversiones hacia México. El Gobierno de la República se asegurará que nuestro el país siga siendo un destino confiable y atractivo para invertir.
Se buscarán acuerdos que den certidumbre a la inversión y al comercio entre México, Canadá y Estados Unidos. Se defenderán las inversiones nacionales y de cualquier otro país, que hayan confiado en México para invertir.
Trabajar por una frontera que una y no que divida.
En materia de comercio exterior, aunque hay incertidumbre por el futuro del NAFTA, existe la oportunidad de diversificar las relaciones con otros países para impulsar los sectores clave de nuestra economía.